Resientes del este de Puerto Rico reportaron haberlo sentido.
Nueva York. Los pasajeros con vuelos hacia o desde el Aeropuerto Internacional Liberty de Newark enfrentaron largas demoras y cancelaciones el sábado debido a una escasez de controladores de tráfico aéreo, un problema a nivel nacional que la administración de Trump ha prometido resolver.
El concurrido aeropuerto, ubicado en las afueras de la ciudad de Nueva York, experimentó interrupciones durante toda la semana. Al culpar a la supuesta falta de acción de la Administración Federal de Aviación (FAA) para abordar los desafíos “latentes” del sistema de control de tráfico aéreo, United Airlines recortó 35 vuelos diarios de su programación en Newark a partir del sábado.
El director ejecutivo de United, Scott Kirby, dijo que la tecnología utilizada para gestionar los aviones en el aeropuerto de Nueva Jersey falló en más de una ocasión en los últimos días. Los retrasos, cancelaciones y desvíos causados por los problemas técnicos se agravaron cuando más de una quinta parte de los controladores de tráfico aéreo de Newark “abandonaron el trabajo”, según Kirby.
“Esta instalación específica de control de tráfico aéreo ha estado crónicamente con poco personal durante años, y sin estos controladores, ahora está claro —y la FAA nos lo confirma— que el aeropuerto de Newark no puede manejar la cantidad de aviones programados para operar en las próximas semanas y meses», escribió Kirby en una carta a los clientes.
Los informes de estado del aeropuerto de la FAA señalaron que los problemas de personal estaban causando retrasos promedio de casi dos horas, y de hasta cinco horas para los vuelos programados para llegar a Newark el sábado por la mañana. Las salidas se retrasaban en promedio 45 minutos.
Para la tarde del sábado, los vuelos de llegada acumulaban más de tres horas de retraso, mientras que el retraso promedio en las salidas se redujo a media hora. El “mapa de miserias” de la empresa de seguimiento de vuelos FlightAware mostró el efecto dominó en aeropuertos de Los Ángeles, Atlanta, Chicago, Miami, Dallas y otras ciudades.
United Airlines opera la mayor cantidad de vuelos desde Newark, y los 35 vuelos eliminados representan aproximadamente el 10% de su programación doméstica de ida y vuelta, según información del sitio web de la compañía.
El Aeropuerto Internacional Liberty de Newark atribuyó las demoras tanto a los problemas de personal como a “obras de construcción”, cuando advirtió a los viajeros el jueves.
La administración de Trump afirma que ha estado intentando “impulsar” la fuerza laboral de controladores aéreos y tomar medidas para abordar la escasez nacional de estos trabajadores. El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, anunció el jueves un programa para reclutar nuevos controladores y ofrecer incentivos a los actuales para que no se jubilen.
La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo, un sindicato de trabajadores, dijo que estas medidas podrían ayudar a abordar la escasez de personal, pero también declaró que el sistema está “muy atrasado en actualizaciones tecnológicas e infraestructurales”.
Duffy dijo el viernes que visitó a “nuestros trabajadores controladores de tráfico aéreo mientras trabajamos para solucionar los cortes de equipos causados por tecnología obsoleta”.
La decisión de United de reducir su programación en Newark llega en un momento ya incierto para las aerolíneas estadounidenses. Potenciales clientes en toda la industria están reconsiderando si viajar por trabajo o vacaciones, dada la incertidumbre sobre lo que la guerra comercial del presidente Donald Trump hará con la economía.
La incertidumbre es tan alta que United hizo recientemente el movimiento poco común de presentar dos pronósticos financieros diferentes para este año: uno si hay recesión y otro si no.
Desde Newark, United vuela a 76 ciudades de Estados Unidos y a 81 destinos internacionales.
