El fenómeno atmosférico ha unido a la comunidad puertorriqueña en el estado de Florida. La fundadora de Boricuas de Corazón, organización con sede en Tampa, Linda Pérez Hillsborough, hace un llamado de desalojo en la zona A ante el inminente impacto del huracán Milton. La mayoría de los boricuas que residen en las zonas que se prevén tendrán el mayor impacto del huracán Milton, como Tampa, Orlando y Kissimmee, salieron de sus hogares en búsqueda de un lugar más seguro, principalmente al norte del estado. Están “traumatizados”, “angustiados” y con “incertidumbre”, pues rememoran el daño que hizo el huracán María (2017) a Puerto Rico. Su preocupación principal estriba en que reconocen que las construcciones del estado, la cual son en su mayoría en madera, no soportarían un huracán que se ha presentado tan errático y poderoso como Milton. Es que el sistema, en unas 46.5 horas, pasó de convertirse en una tormenta tropical con vientos de 40 millas por hora a en un huracán categoría 5, con vientos de 160 millas por hora. En su vaivén de intensidad, sus vientos han alcanzado las 180 millas por hora. Pese a la emergencia que atraviesan -y los sentimientos están a flor de piel-, los puertorriqueños se han mostrado unidos y cooperadores con las directrices que se imparten desde los condados. Todas estas descripciones fueron destacadas por un grupo de líderes de organizaciones comunitarias, religiosas, políticas y de la comunidad LGBTQ+, todos de descendencia puertorriqueña, entrevistados por Primera Hora a horas de que Milton haga su entrada a Florida por la zona de Tampa Bay. Se espera que el ciclón toque tierra en la noche de este miércoles como un huracán categoría 3, con vientos de 125 millas por hora. Por ejemplo, la fundadora de Boricuas de Corazón, organización con sede en Tampa, Linda Pérez Hillsborough, precisó que el 92% de los puertorriqueños se han marchado y los que han quedado trabajan en puestos relacionados a la salud o emergencias. El padre José Rodríguez Sanjurjo, de la iglesia episcopal Christ the King en Orlando, destacó que las múltiples llamadas que ha recibido son “de gente con miedo, con que no sé si mi casita va a sobrevivir. Las casas en Puerto Rico son de cemento, las casas de Orlando son de madera”. Mientras, la comisionada del distrito 4 de Orange County, Maribel Gómez Cordero, explicó que la “ansiedad” que ha generado este huracán desembocó en múltiples llamadas a sus oficinas de boricuas que quieren que los ayude a viajar a la Isla. “No quieren pasar el huracán aquí”, dijo. La situación de los boricuas en la Florida, la mayoría de los cuales se les considera “hijos de María”, pues salieron hacia el estado cuando Puerto Rico quedó devastado por ese ciclón, es diferente a la de muchos grupos de latinos con los que conviven. “Yo entiendo que nosotros los puertorriqueños nos estamos preparando bien fuerte, porque tenemos un doctorado en huracanes y sabemos lo serio que esto se pone”, explicó el presidente de la Asociación de Puertorriqueños Viviendo en Florida y residente en Sanford, Héctor Rodríguez. “He visto una comunidad trabajando, una comunidad unidad, buscando alternativa”, añadió, al destacar que las redes sociales se han convertido para los boricuas en la principal fuente para informar sobre dónde se pueden conseguir víveres, gasolina, sacos de arena o madera, en momentos en que ya se registra escasez. Pero, lo más que destacó el hombre es que ha observado desprendimiento para dejar el hogar y buscar un lugar más seguro para pasar el huracán. Expuso que los boricuas se han convertido en ejemplo para otras comunidades de latinos que no conocen de huracanes, como venezolanos y colombianos. “Mi recomendación es, primeramente, poner todo en la mano de Dios y, segundo, guardarse, proteger a la familia”, dijo Rodríguez. El religioso Rodríguez Sanjurjo, experto en desplazamiento de comunidades, destacó que Milton ha provocado que se perciba cómo el boricua quedó “traumatizado” tras el paso del huracán María. Reiteró que todas las comunicaciones que recibe son de personas “con miedo”. “La gente conocía de un huracán en la Isla. Aquí están en un contexto diferente y hasta la casa, la construcción de la casa es diferente”, destacó. El episcopal dijo que a todos los que le han consultado qué hacer por la inseguridad que sienten por estar en viviendas de madera o casas móviles, les pide que se marchen a un refugio o busquen un lugar seguro fuera de la zona del impacto del huracán. “Nosotros somos un pueblo que sabe sobrevivir. Para nosotros los huracanes no es algo nuevo. Pero, al boricua recién llegado, tenga cuidado. No tome nada por seguro. Este huracán va a ser en inglés, la ayuda va a ser en inglés, no en español. Sigan instrucciones de los gobernantes y recuérdense que la casita es temporal, la vida es importante”, afirmó Rodríguez Sanjurjo. Asimismo, la líder de Boricuas de Corazón agradeció toda la cooperación que ha recibido de los puertorriqueños cuando se le instruye a abandonar a la ciudad. “Todo el mundo ha decidido irse. Los (boricuas) que están son ‘first responder’, de la Defensa Civil, que estamos obligados a quedarnos. Han tomado las previsiones, porque están más temerosos de pasar otro huracán”, reconoció la mujer. Comentó que su organización también ha colaborado en movilizar a otros grupos de latinos. Comentó que ha visto una mayor resistencia de parte de los cubanos. “‘Que no me voy, que no me voy’ y luego son las víctimas. Nos ha costado bastante. Son varias comunidades de cubanos que se atañen en las cosas materiales, quizás por lo que han vivido”, indicó. En general, Pérez Hillsborough pidió a los boricuas que “mantengamos la calma, no tener pánico” y proteger a sus familias. Además, mostró preocupación por la cantidad de escombros y las inundaciones que aun quedan en las calles a causa del huracán Helene. Entretanto, Osvaldo Fonseca, gerente de integración comunitaria de la organización Del Ambiente, enfocada en el desarrollo de la comunidad LGBTQ+, expuso que los cambios de intensidad que ha presentado Milton ha generado mucha incertidumbre entre los boricuas. Dijo que por ello han estado activos para orientar sobre cómo
Encuesta nacional da cuatro puntos de ventaja a Kamala Harris sobre Donald Trump
Es la primera vez que la vicepresidenta demócrata lidera el sondeo publicado por el Sienna College y el New York Times. El hecho de que ahora esta muestra se esté alineando con los otros sondeos y los promedios de los últimos dos meses indicarían ya una tendencia, cuando faltan solo cuatro semanas para las elecciones. La vicepresidenta demócrata Kamala Harris es la favorita para ganar las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, según una nueva encuesta nacional publicada este martes por el Sienna College y el diario The New York Times. De acuerdo con el sondeo, que a diferencia de otros es publicado solo una vez al mes e incluye una muestra de votantes más grande, Harris sería la preferida del 49 por ciento de la población frente al 46 por ciento que se inclina por el expresidente republicano Donald Trump. Una diferencia de cuatro puntos porcentuales pues, anotan los autores, los números fueron redondeados. Se trata de la primera vez que la vicepresidenta aparece de primera en este sondeo del Times y Sienna College desde que emergió como la candidata del Partido Demócrata tras el inesperado retiro de Joe Biden en junio. En la muestra que se tomó entre julio y comienzos de agosto (cuando se consolidó su candidatura), Trump estaba a la cabeza por un punto (49-48) y luego, en septiembre, un sondeo posterior los ponía en un empate técnico (47-47). Las encuestas del Times y el Sienna College por lo general han estado “en contravía” de otros encuestadores que llevan varias semanas dando el liderato a Harris, aunque dentro del margen de error. En el promedio de encuestas que hace el portal 538, por ejemplo, Harris le saca a Trump 2.6 puntos porcentuales y viene adelante desde el primero de agosto. En Race to the White House, otro medio que le hace seguimiento a los sondeos, la diferencia es de 3.2 por ciento en favor de la vicepresidenta tras considerar las últimas 30 encuestas. Pero muchos analistas le dan más peso a los resultados de Sienna College y el Times porque abarcan períodos más grandes y por lo tanto no son tan susceptibles a los altibajos semanales de la contienda. El hecho de que ahora esta muestra se esté alineando con los otros sondeos y los promedios de los últimos dos meses indicarían ya una tendencia, cuando faltan solo cuatro semanas para las elecciones. Por supuesto, con una serie de interrogantes aún que impiden dar certezas. El primero es que todos los resultados están dentro del margen de error. El segundo, que las encuestas se han equivocado en el pasado. Y el tercero, quizá el más relevante, es que como se sabe las elecciones en EE. UU. no se van a definir por un voto nacional sino por los resultados en 7 estados en particular: Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Nevada, Georgia, Arizona y Carolina del Norte. Y, en ellos, las cosas lucen aún más apretadas que en sondeos nacionales. Harris va adelante en los primeros cuatro mientras que Trump en los otros tres. Si estos resultados se sostuvieran, Harris sería la nueva presidenta con 276 votos en el colegio electoral frente a los 262 de Trump. Pero en los siete, las ventajas y desventajas en este momento están entre uno y dos puntos porcentuales, dentro del margen de error, y por lo tanto cualquier cosa aún podría suceder. La encuesta del Times y el Sienna College arroja, no obstante, otros resultados que explicarían el ligero favoritismo de Harris pero que también demuestran las fortalezas del candidato republicano. Harris, según el sondeo, es vista por más personas como la candidata del cambio (46 por ciento vs el 44 por ciento), más honesta y confiable (48 por ciento vs 37 por ciento), se preocupa más por la gente (49 por ciento vs 41 por ciento) y es más divertida (43 por ciento vs 35 por ciento). Además, aventaja a Trump entre los votantes menores de 28 años (58 por ciento vs 37 por ciento), y entre los 29 y los 44 años (50 por ciento vs 42 por ciento). A Trump lo favorecen los mayores de 45 años y los adultos mayores (más de 65) pero solo uno y dos puntos porcentuales respectivamente. Para añadir, según la muestra, el número de republicanos que ahora dice que votará por ella subió del 5 por ciento al 9 por ciento entre la encuesta de septiembre y la que ahora se publica. Y también lo supera en la pregunta sobre favorabilidad. Mientras un 50 por ciento dijo tener una visión positiva de la vicepresidenta, solo el 46 por ciento dijo lo mismo del expresidente. Trump, sin embargo, sigue siendo visto como el líder más fuerte entre los dos (48 por ciento vs 45 por ciento) y el que haría más frente a los temas que más los afectan, como la economía (48 por ciento vs 46 por ciento), dos respuestas críticas y que podrían pesar mucho en la decisión final de millones de estadounidenses.

